jueves, 8 de octubre de 2015

Luis Landero. El balcón en invierno.


A veces creía estar a punto de tener una intuición maravillosa, o de sentir la inminencia de una tarea capaz de apasionarme, pero bastaba un rumor en el piso de arriba, el grito lejano de un niño, el vago insinuarse de otro pensamiento, para que se me borrara de la memoria lo que tanto prometía, y la distracción se consumase en olvido. A todos los ocurre, y esas súbitas trascendencias vencidas por una minucia definen bien nuestra cómica condición humana.

lunes, 5 de octubre de 2015

Jo Nesbø. El muñeco de nieve.


Pensó en cuanto había adelgazado Harry. parecía haber encogido igual que su recuerdo de él. Casi le daba miedo lo rápido que podía palidecer y desaparecer el recuerdo de una persona a la que había estado tan íntimamente ligada. O quizá fuera por eso. Era tal el vínculo que después, cuando dejaba de existir, parecía irreal, como un sueño que se olvida rápidamente.