Los vehículos se mueven a una velocidad media de 40 kilómetros por hora
terrestre. Los guedenianos podrían dar mayor velocidad a estos
vehículos, pero no lo hacen. Si se les pregunta por qué no, responden
siempre ¿porque? Como si le preguntáramos a un terrestre por qué motivo
todos nuestros vehículos van tan rápido. Todos contestarían ¿porque no?
Es una cuestión de preferencias. Los terrestres piensan que han de ir
adelante, que es necesario progresar. La gente de Invierno, que vive
siempre en el año uno, siente que el progreso es menos importante que la
presencia.
...
La competencia de prestigio, hasta entonces limitada sobre todo a lo
económico, podía obligar a Karhiden a emular a aquel vecino mayor, a
dejar de ser una familia mal avenida, como había dicho Estraven, para
transformarse en cambio en una nación, y además en una nación
patriótica, como también había dicho Estraven. Sí esto llegara a
ocurrir, los Karhideos tendrían una buena posibilidad de convertirse
en un pueblo preparado para la guerra.
G
M
T
La función de sonido está limitada a 200 caracteres
Un tema nos gustaba por encima de los demás: el examen de las
posibilidades del conocimiento. "Un conocimiento total y definitivo es
imposible -proclamaba-, pues nuestros sentidos mienten. Pero son los
únicos mediadores entre las cosas que nos rodean y lo que conoce de
ellas nuestra razón." "Es exactamente lo mismo que afirmaban Demócrito y
Pitágoras -observaba yo-. Por eso la gente los condenó por impiedad,
mientras ponían por las nubes a Platón que los llenaba de fábulas." "Así
han sido siempre las multitudes -seguía Omar-. Temen la incertidumbre, por
eso prefieren una mentira bien servida que cualquier conocimiento, por
elevado que sea, que no les ofrezca un punto de apoyo sólido. El que
quiera ser un profeta para las multitudes debe actuar con ellas como
los padres con sus hijos: debe alimentarlas de leyendas y de
cuentos. Esta es la razón para que el sabio se mantenga lejos de ellas."
Al principio Magomed dejó el motor en marcha para mantener la
calefacción encendida. Pasado un rato lo paró y bajó la ventanilla.
Olimos los pinos y el aire limpio, y escuchamos los furtivos sonidos que
constituyen el lenguaje de la nieve.
- Me pregunto si matar a Ambacto no es matar un poco esas esperanzas
-concluyó.
Ella frotó su mejilla contra él.
- Ambacto es un mal hombre y
todo lo que dices le hace más merecedor de la muerte, no menos. El país
está lleno de gentuza como él. Se aprovechan de la desgracia ajena.
Llaman a las armas contra los romanos, pero lo único que buscan es su
provecho personal. No te equivoques, los nuestros no les importan nada y
les están robando esa esperanza que tú dices, que es lo único que muchos
tienen.
Las fotografías no mienten, pero tampoco dicen la verdad, estaba pensando Barley, viendo cómo se elevaba y descendía su pecho con su respiración. No captan el fulgor de una muchacha que parece como si acabara de presenciar un milagro y uno fuese la persona a la que hubiera decidido decírselo primero. ...
Barley y yo jugábamos al ajedrez.
- ¿Entonces, considera usted que el matrimonio sólo da resultado a distancia?...
- Estoy seguro de que el amor sí- respondí...