viernes, 15 de mayo de 2020

Rafael Reig. Para morir iguales.



La verdadera vida, nos informo Pardeza, estaba ahí fuera, al otro lado de las tapias del colegio.
Tenía razón, aunque con el paso del tiempo he aprendido que da lo mismo: vayas donde vayas, en cuanto llegas, la verdadera vida acaba de marcharse a otro sitio y así sigue siempre a la misma distancia de ti, como un horizonte.
...
Sin embargo, la mirada al pasado es así: avanza en zigzag, como los tiburones, siempre hambrienta, atraída por la sangre fresca de cualquier herida abierta todavía.