sábado, 27 de junio de 2020

Rafael Marín Trechera. Lágrimas de luz.


...o la restricción cada vez mayor de la cultura; porque un pueblo que no sabe es un pueblo que no pide, y al no saber no diferencia lo bueno de lo malo, lo sintético de lo puro, lo falso de lo cierto. Sin una brizna de conocimiento nada es posible. No se puede siquiera imaginar un cambio si antes no se aprende.