sábado, 21 de diciembre de 2013

Jo Nesbø. El Redentor.


- ...Yo acudía a esos conciertos alguna que otra vez. Por lo menos al principio, cuando creía que quizá fuera un lugar para gente como yo, para un outsider. Pero ahí tampoco encajaba. Porque, al fin y al cabo, en el Blitz también imperaban la uniformidad y el pensamiento colectivo. Los demagogos campaban allí exactamente igual que...
Harry enmudeció, pero Martine concluyó por él:
- ¿Que mi padre en el templo esta noche?
Harry hundió las manos en los bolsillos.
- Lo que quiero decir es que uno se queda solo cuando decide usar su cerebro para encontrar respuestas.