domingo, 1 de febrero de 2015

John le Carré. Una verdad delicada.



Y  a renglón seguido, en sus divagaciones, pasó a rebatir la grandilocuente afirmación de que la estupidez humana era aquello contra lo que los propios dioses luchaban en vano, postulada por Friedrich Schiller. No era así, a juicio de Toby, y no debería servir de excusa a nadie, fuera un dios o un hombre. Aquello contra lo que luchaban en vano los dioses y todo humano sensato no era la estupidez. Era la pura indiferencia, la desconsiderada y maldita indiferencia ante los intereses de cualquiera excepto los propios.